En el restaurante Larios Café los ritmos latinos fueron la fuente de inspiración para que el interiorista Tomás Alía idease su decoración. Una labor que en el año 2000 fue … leer más
En el restaurante Larios Café los ritmos latinos fueron la fuente de inspiración para que el interiorista Tomás Alía idease su decoración. Una labor que en el año 2000 fue reconocida con el Premio Nacional de Arquitectura de Interior. En total, 1.200 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, la primera destinada a un bar-restaurante, mientras que la planta baja se reserva para la discoteca y bar de copas. Todo el local mantiene una armonía estética marcada por el Art-déco y por los espacios limpios que dan sensación de amplitud pero creando un ambiente cálido y romántico. Una gran puerta de acero da la bienvenida a los clientes, para dar paso a la barra principal y al restaurante, en un espacio delimitado por columnas de resina, paneles de acero y cristal, completado con mobiliario de líneas de los años cincuenta.